“Después ven y sígueme” (Mc 10,17-30 – XXVIII Domingo del tiempo Ordinario)

“Después ven y sígueme” (Mc 10,17-30 – XXVIII Domingo del tiempo Ordinario)


Hoy en este nuevo domingo tenemos las implicaciones para aquellos que quieran ser discípulos de Jesús. Marcos nos señala que un hombre se acercó a Jesús con una pregunta existencial: ¿Qué tengo que hacer para alcanzar la vida eterna? Mateo en su evangelio, puntualiza que era un joven. Jesús le recuerda el decálogo en ambos evangelios, pero le muestra además el camino perfecto y seguro: “Anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo, después ven y sígueme”. La radicalidad del Maestro no apunta a una renuncia masoquista, triste y resignada, al contrario señala el triunfo sobre las fascinaciones de las cosas, y del “tener”, logrando así un desapego de estas realidades, para optar por el camino de la libertad interior y generosidad del corazón, para una plena adhesión al único Señor y Dios, que es en definitiva es el “Bueno” por excelencia. Una visión pagana de la riqueza es claramente contraria a la visión del evangelio. Miren lo que decía el poeta latino Horacio: “Hay que buscar ante todo la riqueza: la virtud viene después del dinero”. Jesús señaló en el Sermón de la montaña lo contrario: “Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás vendrá por añadidura” (Mt 6,33). Todo apunta, entonces, en esta rica Palabra de Dios, a considerar que este es el camino para seguir a Jesús, sus discípulos deberán estar dispuestos a dejarlo todo y acompañarlo hacia Jerusalén, la ciudad en donde Él se entregará total y definitivamente, sin ninguna riqueza de apego que hubiera impedido el cumplir su misión. ¿Qué quiere en resumen Jesús? Él desea que sus discípulos use sus bienes para aliviar a los que sufren, saciar a los hambrientos, transformar la vida social. A Él no le basta el fácil camino de la pobreza, como pobreza, Él exige que el discípulo se encamine radicalmente por la vía operosa y creativa de la caridad. Éste es el camino luminoso que todos debemos seguir; ya nos lo recordará san Pablo: “Aunque repartiera todos mis bienes a los pobres y entregar mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada me sirve” (1Cor 13,3). El amor es el que nos hace verdaderos tesoros para los demás y para alcanzarlo como recompensa en los cielos. 

Mes de la Biblia 2024: Un Tiempo de Encuentro con la Palabra de Dios

Mes de la Biblia 2024: Un Tiempo de Encuentro con la Palabra de Dios

Mes de la Biblia 2024: Un Tiempo de Encuentro con la Palabra de Dios

El Mes de la Biblia 2024 fue una celebración llena de fe, aprendizaje y unión para todas las comunidades de nuestra Asociación. A lo largo de septiembre, cada actividad reflejó el amor y el respeto que tenemos hacia las Sagradas Escrituras, ofreciendo un espacio para el crecimiento espiritual y el compromiso con la Palabra de Dios. A continuación, un resumen de las actividades más destacadas que marcaron este mes tan especial:

1. Celebración del Día de la Biblia en Comayagua

El Padre Henry lideró una emotiva celebración en Comayagua, donde la comunidad se reunió en torno a la Palabra para reflexionar sobre su importancia en la vida cristiana. Durante la jornada, se realizaron lecturas bíblicas, cánticos y una procesión que recorrió las calles, destacando la Biblia como guía para la vida cotidiana.

2. Día de la Biblia en San Juan de Ojojona

En San Juan de Ojojona, la festividad se vivió con gran fervor. Se organizó una misa especial en la que participaron fieles de todas las edades, reafirmando su compromiso con el estudio y la vivencia del mensaje bíblico. El evento también incluyó una exposición de Biblias de diferentes épocas y traducciones, lo que permitió a los asistentes comprender mejor la historia y la transmisión de las Escrituras.

3. Formación Bíblica para los Movimientos Eclesiales

La formación bíblica fue uno de los pilares de este mes, especialmente dirigida a los Movimientos Eclesiales. Durante varias sesiones, se profundizó en la interpretación de textos bíblicos y en su aplicación en la vida diaria. Estas capacitaciones fortalecieron el conocimiento de los líderes y animadores de los movimientos, quienes ahora están mejor preparados para transmitir la Palabra en sus respectivas comunidades.

4. Actividades en la Parroquia Divina Providencia

La Parroquia Divina Providencia también fue protagonista con una serie de talleres enfocados en el estudio bíblico. Se organizó un retiro espiritual centrado en el Evangelio de San Juan, que permitió a los participantes conectar más profundamente con el mensaje de Cristo y su relevancia en los tiempos actuales.

5. Clausura del Mes de la Biblia en la Parroquia Madre Dolorosa

La Parroquia Madre Dolorosa fue el escenario de la clausura oficial del Mes de la Biblia. La jornada culminó con una misa solemne y una procesión de fieles portando Biblias, como símbolo de su compromiso de llevar la Palabra de Dios a todos los rincones de la comunidad. Se hicieron presentaciones artísticas basadas en relatos bíblicos, creando un ambiente de celebración y alegría.

6. Programas en Suyapa Medios y Material para Parroquias

Durante todo el mes, Suyapa Medios fue un aliado estratégico para la difusión de programas especiales sobre la Biblia. A través de la televisión y la radio, se transmitieron charlas y reflexiones sobre diferentes pasajes de las Escrituras, llegando a una audiencia amplia y diversa. Además, se distribuyó material didáctico a las parroquias para facilitar el estudio y la reflexión sobre la Biblia, apoyando así la formación continua de los feligreses.

7. Artículos en Periódicos y Entrega de Biblias Familiares

Los medios impresos también se hicieron eco de las actividades del Mes de la Biblia. Varios periódicos publicaron artículos que resaltaban la importancia de las Escrituras en la vida de los hondureños, subrayando el impacto positivo de este mes en la fe de las comunidades. Además, en Talanga, se llevó a cabo una entrega especial de Biblias a varias familias, reforzando la tradición de transmitir la Palabra de generación en generación.

8. Curso Bíblico en la Parroquia La Medalla Milagrosa

Finalmente, en la Parroquia La Medalla Milagrosa, se impartió un curso intensivo de formación bíblica que abarcó temas clave para la comprensión de las Escrituras. Los participantes expresaron su gratitud por esta oportunidad, ya que les permitió enriquecer su vida espiritual y compartir lo aprendido con sus familias y comunidades.

Conclusión

El Mes de la Biblia 2024 fue, sin duda, un tiempo de gracia y renovación para todos los fieles. Las actividades realizadas no solo acercaron a las personas a la Palabra de Dios, sino que también fortalecieron los lazos comunitarios, promoviendo un ambiente de reflexión, estudio y oración. Agradecemos a todos los que participaron y contribuyeron para que este mes fuera un éxito. ¡Que la Palabra de Dios siga siendo luz en nuestros corazones y hogares!

“Después ven y sígueme” (Mc 10,17-30 – XXVIII Domingo del tiempo Ordinario)

“Talitá Kum” (Mc 5,21-43 – XIII Domingo del tiempo Ordinario)



Un doble milagro encontramos hoy en la narración gozosa de este domingo, la niña resucitada y la mujer curada de una grave hemorragia. Se trata de dos hijas de Israel que son objeto del poder sanador y reanimador del Señor. Las escenas son maravillosamente desarrolladas; desde la multitud aparece Jairo el padre de la niña que morirá solicitándole a Jesús su acción sanadora. Él es víctima como tantos de la tragedia humana que produce la enfermedad, es uno de los tantos infelices que rodean a Jesús, pero buscará la manera de robarle al propio Dios, esa dosis de felicidad que le hace falta. E igual, está una mujer que sale desde la misma muchedumbre, ella está con una hemorragia, que le hace sufrir físicamente y le causaba según la ley bíblica (Lv 15,25) otra grave enfermedad espiritual, la de la impureza ritual y social. Estaba, pues prohibido cualquier contacto humano con ella.
Con la niña a través de un gesto y dos palabras se opera el milagro: Jesús toma de la mano a la niña y pronuncia las palabras en su lengua, el arameo popular “¡Talitá kum!” (niña a ti te lo mando levántate). Sin actos mágicos, largos rituales o enredados malabarismos de palabras o gestos, Él le devuelve la vida, llevándonos a nosotros lectores a comprender que más que el milagro mismo, hay una realidad divina en Jesús, indiscutible que debemos aceptar. Como dice el cántico de Ana, la madre de Samuel, “solamente el Señor hace morir y hace vivir” (1Sm 2,6). Con la mujer hemorroísa, aquella que era intocable por su condición de impura, por un acto mágico del tacto, queda curada, pasando así al brote pleno de la fe límpida. Por eso Jesús busca quien lo ha tocado, para manifestar la curación completa, ya que por su fe la mujer, no sólo quedará curada, sino también salvada. En efecto, Jesús llamándola tiernamente “hija”, le dice: “¡Tu fe te ha salvado, queda curada de tu enfermedad!”. Con los dos milagros de hoy, vemos como “Dios no goza de las ruinas de los vivientes, Él ha creado todo para la existencia” y no para la muerte. Jesús es ese Dios que hace renacer la salud, la alegría en una palabra la vida, para quienes por los aconteceres de la propia historia, sólo la pueden lograr a través de Él.

“Después ven y sígueme” (Mc 10,17-30 – XXVIII Domingo del tiempo Ordinario)

“Sin que él sepa como…” (Mc 4,26-34 – XI Domingo del Tiempo Ordinario)



En este domingo, vemos como la pedagogía de Jesús parte de la simplicidad de las cosas para hacernos comprender el dinamismo del Reino de Dios que Él anuncia.  Se comprender mejor todo, si examinamos de cerca el término griego utilizado por el evangelista Marcos. Se trata de la expresión automàtê (automáticamente, espontáneamente), con él nos queda claro que, para el caso del Reino de los cielos es Dios quien en primera persona realiza el movimiento interno, porque ya está dentro de la misma semilla, es decir, el Evangelio, semilla divina, que la providencia divina hacer crecer entre nosotros. Este Reino entonces es don gratuito de Dios, nos toca solo como veremos en la parábola colaborar ante ese gratuito regalo. Así pues, hoy estas parábolas “vegetales” tienen en el centro una doble representación que podríamos llamar de “contraste” y de “crecimiento”. De contraste porque pasa por el pensamiento de Jesús, el comparar lo silencioso e invisible de la realidad del Reino de los cielos, con la diminuta e microscópica semilla de mostaza y la pequeña semilla de trigo. Y de crecimiento, porque el triunfo de la siembra se dará sin tropiezo alguno: la espiga llena de grano ondeará hermosa hacia el sol y el árbol que ha nacido de la pequeña semilla de mostaza será tan alto como de tres metros. La finalidad fundamental de la narración es, efectivamente, la de demostrar que entre el inicio diminuto y el desenlace final, no existe un vacío sino una continuidad cargada de fuerza y vida. De la semilla de mostaza al árbol que termina, de la semilla de trigo a su espiga cargada de grano, todo es eficacia. Así el campesino puede dormir como narra Jesús- porque la semilla en si misma posee la vida y por si sola prosigue el camino de formación y generación.  En conclusión, a pesar de las dificultades y de los efímeros triunfos del mal, la meta última de la historia está en aquél árbol de la cruz, en cuyas ramas nos ampararemos todas las criaturas de Dios. Que esta certeza de fe, dada por el propio Jesús anime tu vida y tu misión, por si en el caso de hoy sentías que todo es era en vano y efímero ¡Jesús te dice que no!

“Después ven y sígueme” (Mc 10,17-30 – XXVIII Domingo del tiempo Ordinario)

“El que cumple la voluntad de Dios…” (Mc 3,20-35 – X Domingo de TO)



La primera lectura de este domingo que es del libro del Génesis en el capítulo 3, que nos narra la caída del ser humano y su desobediencia al plan originario de Dios y el Evangelio tomado de Marcos capítulo 3, contraponen a dos mujeres: la que desobedeció en el Paraíso y la que tuvo como lema y gloria el cumplir la voluntad de Dios. Ellas son: Eva y María. Cada una de ellas toma posición sincera y clara ante el proyecto de Dios, manifestado en su Palabra. Las lecturas de este Domingo del Señor, advierten que todo inició allá en el Paraíso. Engañado por el demonio, el ser humano quería y quiere ser como Dios en todo, con lo cual está olvidando su condición de creatura, su condición de finitud. Es esta la razón por la cual Dios , en el simbolismo de la caída, cuestiona: “¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?” (Gn 3,11b) y con lo cual queda claro que, el ser humano no puede sobrepasar los límites propios de su condición natural. De este libro del Génesis advertimos su cometido teológico clave para entender el Evangelio de hoy, ya que presenta la antítesis mujer-serpiente. La descendencia de la mujer para la tradición cristiana y judía, representa la lista de los justos que regresan al proyecto originario de Dios, mientras que la descendencia de la serpiente simboliza por el contrario, la oposición radical al proyecto originario de Dios.  Es por eso que las partes que podemos encontrar en el Evangelio de hoy, se ubican en esta línea de rechazo o aceptación, en este caso, al proyecto de Dios en la persona de su Mesías: Jesús de Nazaret. La primera escena presenta la reacción de ceguera y cautela por parte de los parientes carnales de Jesús que hasta dicen: “Está fuera de sí” (Mc 3,21b). En la segunda, son los escribas venidos de Jerusalén quienes encarnan la oposición radical y hasta satánica contra el proyecto de Dios en su Mesías, que incluso hasta dicen: “Está poseído por Belcebú” (Mc 3,22). La tercera escena muestra quienes son los verdaderos amigos del proyecto originario de Dios y hasta viene definido con las más maravillosas expresiones que haya pronunciado Jesús: “Quien cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”.